¿Cómo
definir un libro que es como una bomba atómica? ¿una novela que no es una
novela?
Digamos que Rayuela llegó en el momento justo de mi vida. Por azares
del destino, me lo recomendó la bibliotecaria y amiga que trabajaba en la
biblioteca en la que, curiosamente, trabajo yo ahora.
Se
trata de un libro revolucionario para su época, que cuenta con muchos juegos y
técnicas narrativas que hacen que tengamos que estar muy atentos y activos en
la lectura. Por todo ello y según mi experiencia con los lectores, es un libro
que terminas amando u odiando, no hay término medio. Para muchos lectores como
yo, Cortázar es casi como un ser mitológico, por su obra y sobre todo por su
propia figura.
Buscar
una temática en general en este libro es complicado, toca muchos temas, entre
los que destaco todas las disciplinas artísticas, el azar, el amor, los celos,
la muerte... Aunque mucha gente piense que se trata de una novela romántica, y,
de hecho, pueda parecerlo, se trata de una novela en la que los dos personajes
principales que mantienen esa relación amorosa (Oliveira, un personaje frío,
prudente y La Maga, una mujer impulsiva y romántica) no dejan de buscar algo en
la vida, y, aunque ellos mismos sepan que no saben lo que están buscando,
siguen intentándolo. Por eso es un libro que a tantos jóvenes (y no tan
jóvenes) impacta, porque define a la perfección las dudas y el cuestionamiento
de nuestras propias vidas.
La
novela, en teoría, se divide en dos partes: El lado de allá (que se desarrolla
en París) y el lado de acá (que se desarrolla en Buenos Aires). Digo en teoría,
porque se trata de un libro caótico, lleno de fragmentos y capítulos de un
párrafo únicamente. El mismo Cortázar nos da varias opciones para leer este
libro, que tiene tantos finales como formas tiene de leerlo:
· Por la lectura normal, leyendo secuencialmente
de principio a fin.
· Por la lectura «tradicional» propuesta por
Cortázar, leyendo secuencialmente desde el capítulo 1 hasta el 56 y
prescindiendo del resto.
· Por «el orden que el lector desee»
· Por la secuencia establecida por el autor en el
tablero de dirección (que se encuentra al inicio del libro), que propone una
lectura completamente distinta, saltando y alternando capítulos. (Como si
jugáramos a la Rayuela, o lo que es lo mismo y para que nos entendamos, lo que
sería para nosotros el “teje” o la “laja”).
Es mi libro de cabecera y lo seguirá siendo. Porque a veces, y
a lo largo de nuestra vida, entenderemos o querremos ser más como Oliveira. Sin
embargo, y en otros momentos, como La Maga.
En cualquier caso, de una forma u otra, seguiremos buscando.
Miguel Esparza Méndez
Bibliotecario en Biblioteca Municipal de Arinaga
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